El vaso medio lleno

Por ejemplo, debemos reducir la cantidad de vasos de plástico que se utilizan en nuestra Sementera...

El vaso medio lleno
Ángel Carrasco Fernández
Ángel Carrasco Fernández

Han acabado las fiestas, unas fiestas donde el tiempo nos ha respetado y donde la diversión ha sido la tónica general, al menos en la plaza de Las Palmeras que ha vibrado con los dj’s y donde he tenido el placer de compartir muchísimas horas con mis compañeros y compañeras en el chiringuito de Izquierda Unida.

Sin embargo, las quejas sobre la cantidad de basura generada y los orines, lamentablemente, también han estado presentes y es algo sobre lo que debemos actuar. Por ejemplo, debemos reducir la cantidad de vasos de plástico que se utilizan en nuestra Sementera: no se trata sólo de la suciedad que se genera (que también) sino además de la cantidad de plástico que generamos y que repercute en el medio ambiente de forma negativa.

En grandes ciudades como Bilbao, Pamplona o Salamanca y también en pueblos pequeños como la Puebla de Almoradiel lo estamos viendo; también en grandes festivales como el ViñaRock o el MadCool se están subiendo al carro. La medida es muy sencilla: utilizar vasos retornables identificativos de nuestras fiestas, de forma que se cobre un euro (podría ser otra cantidad) y que luego al retornarlo ese dinero se devuelva. Estos vasos los podría realizar el Ayuntamiento utilizando el cartel anunciador de las fiestas o con un concurso para tal efecto.

Hemos visto cómo muchos jóvenes torrijeños y torrijeñas lo están haciendo ya: durante las fiestas iban con un vaso de plástico duro que les sirvió para todos los días. Tenemos que acostumbrarnos, quizá el primer año sea difícil, también lo fue cuando se instalaron los diferentes contenedores de reciclaje y todavía hoy tenemos dudas con algunos envases a la hora de reciclar, pero tenemos mucho que ganar porque hay una cosa que debemos tener clara: no tenemos un planeta B donde mudarnos y cualquier gesto es bienvenido para frenar la emergencia climática que vivimos.

¿Nos apuntamos? ¿Lo hacemos? ¿Nos atrevemos? Yo veo el vaso medio lleno y pienso que más pronto que tarde será una realidad.