LA PAGUITA

“Ya está, ya ha pasado… el Gobierno ha decidido dar una paguita a todos los vagos, los extranjeros y a las que acudieron al 8M infectando el coronavirus a todo el país.”

Ángel Carrasco Fernández
Ángel Carrasco Fernández

 

“Ya está, ya ha pasado… el Gobierno ha decidido dar una paguita a todos los vagos, los extranjeros y a las que acudieron al 8M infectando el coronavirus a todo el país.”

Ahora que hemos podido volver a nuestros queridos bares, y ahora que estamos disfrutando de una caña en nuestra terraza favorita hemos podido escuchar comentarios de todo tipo relacionados con el Ingreso Mínimo Vital. Una medida que ha sido promovida por Unidas Podemos y que ha contado con el respaldo de todos los diputados y diputadas del Congreso, excepto Vox que no ha votado en contra, por cierto, se ha abstenido.

Y es que ante la situación tan difícil por la que están pasando muchos amigos, vecinos y familiares era lógico proponer medidas que aliviaran su situación. Para que no pasara lo que en 2008, para que esta crisis no la vuelvan a pagar los mismos que han pagado todas y cada una de las crisis desde tiempos inmemoriales. Si los ERTE’s han supuesto la diferencia para miles de pequeños y medianos empresarios entre la quiebra y el mantenimiento de la empresa, el Ingreso Mínimo Vital supone uno de los mayores avances sociales y supone la diferencia entre poder subsistir o entrar en una deriva de no poder pagar hipotecas, alquileres y facturas de la que luego es muy difícil salir. Ahora toca rellenar las solicitudes, resolver las dudas y obtener este ingreso. Por supuesto tenemos que seguir avanzando, el IMV no va a solucionar los problemas de los más de 1500 parados que hay en Torrijos actualmente, aumentando en más de 300 desde que comenzó la pandemia (ERTE’s aparte).

Con el IMV caminamos hacia una sociedad mejor, pero aún queda mucho por hacer. Tenemos que caminar hacia otro modelo de desarrollo económico, donde la industria ligada a la investigación y el desarrollo juegue un papel fundamental. No puede ser que en nuestro país no se fabrique algo tan sencillo como respiradores o mascarillas y que seamos los mejores exportando investigadores a los mejores laboratorios del mundo en lugar de que lo hagan aquí.

Si lo trasladamos a nuestro pueblo la apuesta debe ser clara, hay construir un pueblo capaz de dar trabajo a todos los parados que tenemos y para ello hay que llenar el vivero de empresas, hay que atraer inversión y hay que reforzar los servicios públicos, porque ahora más que nunca nadie nos va a poder decir que sobra una médica, un enfermero o una matrona.