No volverán a quemar el Reichstag

Decía Karl Marx que la historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa.

No volverán a quemar el Reichstag
Ángel Carrasco Fernández
Ángel Carrasco Fernández

Decía Karl Marx que la historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa. Hace más de 80 años en Alemania se producía el incendio del Reichstag, sede del parlamento alemán, tras el cual la extrema derecha de entonces culpó y juzgó rápidamente a los comunistas y a los judíos, utilizando esa acción para recortar las libertades civiles y seguidamente comenzar una de las épocas de mayor terror que ha vivido la historia de la humanidad. Posteriormente, se demostró que ni los comunistas ni los judíos habían tenido nada que ver y que había sido un ataque de “falsa bandera” donde los propios nazis habían incendiado el Reichstag.

El sábado por la noche en numerosas ciudades españolas, tras el toque de queda, veían como un gran número de vándalos se dedicaban a destrozar mobiliario y a saquear tiendas, causando destrozos y provocando que los vecinos y vecinas de estas ciudades vivieran situaciones de auténtico pánico. Y es que estos delincuentes se habían organizado a través de las redes sociales, realizaban los mismos cánticos y tenían el mismo modus operandi para sembrar el pánico allá por donde pasaban. No hizo falta esperar mucho para ver cómo desde la extrema derecha se empezaba a culpabilizar a menas (Menores Extranjeros No Acompañados) y grupos de extrema izquierda de lo acontecido. Sin embargo, se puede comprobar en distintas imágenes realizaban saludos nazis y cánticos contra el gobierno cuando estos bárbaros quemaban contenedores o saqueaban una tienda de Lacoste.Es lo que buscan, utilizar la crisis sanitaria para crear el caos y sembrar el odio y el miedo entre la población. Mientras su líder, cual Nerón viendo arder Roma mientras culpaba a los cristianos, está en su inmenso chalet disfrutando de las vistas.

Por suerte, to davía hay esperanza, ya que el mismo domingo por la mañana unos chavales jóvenes en Logroño salían a limpiar la basura que la noche antes se había generado y me refiero a los desperfectos materiales porque la basura humana ya se había escondido para volver a salir en mejor ocasión. Estos chavales explicaban que era una vergüenza lo que estaba pasando y que ellos debían hacer algo y a mí me recordó a los jóvenes torrijeños que hace no mucho plantaron una pancarta en la Plaza de la Libertad diciendo que querían un Torrijos libre de virus y de fascismo.

No volverán a quemar el Reichstag, pero si lo hacen no podrán volver a culparnos. La sociedad española no debe ni puede permitírselo.