Menos comida china y más tortilla de patatas

Menos comida china y más tortilla de patatas
José Miguel García Conde
José Miguel García Conde

El coronavirus ha contagiado a nuestras televisiones, nuestros periódicos e incluso nuestras bocas en las conversaciones. Nos han aconsejado que no viajemos a países asiáticos, que no compremos en los chinos del barrio, que usemos mascarillas y evitemos las aglomeraciones, que estamos ante una pandemia global, que tal vez pueda acabar con gran parte de la población mundial. Hay un posible caso en un hospital y la gente se vuelve loca, y acuden los periodistas como las moscas a la mierda, y cancelan la emisión de Gran Hermano ofreciendo boletines informativos. El Apocalipsis, el fin del mundo se acerca y tenemos que estar preparados. Dejemos de comer sushi, de alimentarnos con rollitos de primavera o de pollo al teriyaki. Cerremos nuestras fronteras, pongamos vallas, concertinas, comamos solo tortilla de patatas y paella valenciana, no compremos en Aliexpress ni en tiendas de todo a 100. Incluso, si me apuras, dejemos de ver Humor amarillo y no leamos cómics manga, por lo que pueda pasar. Lo más inconcebible de la situación es que según los datos oficiales están falleciendo solo el 2% de la población infectada. Escuchamos que muere gente, pero nadie dice que la mayoría pertenecen a grupos de riesgo, que ya tenían otras afecciones. Nadie dice por los medios que en España, por ejemplo, murieron solo en el año 2019 más de 6000 personas por la gripe común. Todo esto nos recuerda a la Gripe A, otra pandemia que nos afectó hace años, y de la que más de uno se contagió. Entonces, se alarmó a la población, se gastaron millones de euros en vacunas, que después nadie usó. En definitiva, nos encantan las alarmas y el caos que estas puedan ocasionar. No sé si hay intereses de por medio, si todo es un complot o si estamos ante otra teoría de la conspiración, pero lo que está claro es que nos manejan como a borregos, hacen lo que quieren con nosotros y tan solo nos dejamos llevar.