El auditorio del Palacio Pedro I acogió una particular noche de poesía y música a la que asistió gran parte de la sociedad torrijeña para acompañar a estos jóvenes emprendedores de la cultura de su pueblo. Según  Jordi Doce, "Intramuros es una foto fija de la educación sentimental de su autor, la crónica de los ritos de paso que acompañan su ingreso definitivo en la edad adulta. Estos poemas son la calcomanía lúcida —y a veces sabiamente lúdica— de un hambre de vida y de futuro que, sin embargo, no se olvida de rendir homenaje a sus maestros, sus mayores. Dicen que la experiencia es un grado, pero Jaime Cedillo va un poco más allá y la destila en un licor poético de alta gradación".

Jaime Cedillo, colaborador y columnista de Primera Edición, relata que sus contactos con la poesía proceden de hace ya algunos años, "cuando Sabina me habló —así lo imaginé— de sus amigos poetas: Luis García Montero, Benjamín Prado, Ángel González… y mi profesor de Latín, Jesús Pino, ensanchó la nómina de autores que proponía el programa de Bachillerato. Tenía 17 años, escribía alguna cosa y ya soñaba con Madrid".

"Mi primer libro de poemas se llama Intramuros. Es la expresión culta que dignifica la tan popular e infravalorada «de puertas padentro». Mi relación con la poesía es tan especial precisamente porque casi siempre ha tenido lugar en la más absoluta intimidad. 

En el prólogo de este libro, Benjamín Prado señala, "Todo buen poema tiene familia en el país de la filosofía, y este libro está lleno de ellos. A Jaime Gil de Biedma le hubiese encantado. A Ángel González, también."

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